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sábado, 31 de marzo de 2012

El tiempo espera.

A veces tienes miedo a perderlo todo, o simplemente ha hacer algo que pueda llevar a ello. O puede incluso que tú no seas el culpable de dejarlo marchas. Simplemente dejar que todo pase. Sin recuperarlo nunca. Como el tiempo. Pasamos las horas esperando que ocurra algo extraordinario, pensando las posibilidades que tenemos que aquellos siga ahí, esperándote. Y sientes ese vértigo al olvido. A pensar que no estará, o sí, pero no de la misma manera. Y puede que lo pierdas con una sonrisa o con una lágrima. Pero sigues sintiendo esa agonía que te deja atrás, como el mar. Y piensas que es una simple ola. Como un sueño, que se eleva hacía lo alto para luego romper en la orilla, sin más. Y es posible que sea así, o puede que no. Pero sigues recapacitando. E imaginas como será si desaparece, en donde sacarás las fuerzas para recuperar ese pedazo de tu alma que desaparecerá con ello. Y con recuerdos que nunca olvidarás que irán desvaneciendo. Y entonces vuelve el vértigo y el miedo a equivocarte. A esperar de nuevo al tiempo. Y cuando quieres darte cuenta, es tarde.

domingo, 25 de marzo de 2012

Hoy, sí.

Hoy te has puesto más guapa que nunca. Has mirado lo más bonito que había en tu armario, o no, quizá sea solo una simple camiseta que nunca te había gustado pero hoy, las ves bonita. Porque el día de hoy es bonito. Y porque no hacen falta más razones para ser feliz. Y vas a salir de casa y oyes su voz de fondo pidiéndote un bolígrafo. Un simple bolígrafo. Y no sabes para que lo quiere, pero tampoco te importa, porque es solo un ejemplo más de que te necesita, aun siendo solo una tontería. Pero una tontería de las bonitas. De las que cuando vayas a darle el móvil el te va a mirar con los ojos con los que te mira siempre. Y no se va a molestar en preocuparse si hoy vas más o menos maquillada, porque él, aun conociendo tus defectos, siempre te verá igual de perfecta. Y te preguntas el tiempo que has tardado en encontrar a alguien así. O en cuanto durará el ser feliz. ¿Eso se gasta? Y sabes que si, pero esperas que el fin de todo aquello tarde mucho en llegar. Lo suficiente para pensar que todavía quedan motivos para seguir adelante con él. Y sabes que este ha sido un camino difícil. Y que has luchado por llegar a la meta. Y que él estaba allí esperándote. Pero sabes que hubieras recorrido el mundo entero con tal de encontrarlo. Porque el mundo es muy pequeño cuando estas enamorado, y eso lo debes de saber tú más que nadie.